viernes, 22 de marzo de 2013

Y LLEGÓ EL DÍA

Eran las dos de la madrugada, las tres… no podía dormir. Al día siguiente tenía la prueba de acceso. Caí de cansancio pero a las siete estaba en pie.
Salí a primera hora de la mañana para plantarme en el telesilla. Quería calentar y liberar tensiones. Así que hice todas las bajadas que pude.
A las 10:00 todos estábamos arriba en el antiguo Stadium de Baqueira con nuestro dorsal, y esperando que llegara nuestro turno para realizar la primera prueba a la que nos enfrentabamos: el Gigante. Éramos 89 aspirantes de todos los niveles. Los nervios se palpaban.
Yo estaba concentrada pero alterada. Hasta que llegó mi turno. Como teníamos la posibilidad de realizar dos bajadas, decidí asegurar la primera ya que no se nos dio la opción de reconocer el trazado.
Llegué a meta y… ¡¡¡apta!!! Había entrado en el tiempo estimado. Al terminar todos de bajar, me comentaron que se habían caído unos diez aspirantes. Algo que no me extrañó debido al muro de la salida. Eso si; la nieve estaba estupenda.
Era pronto para emocionarse puesto que aún me faltaban dos pruebas. Así que volví a calentar motores. La siguiente prueba era la bajada en un fuera de pista. Y…¡¡vaya fuera de pista!! El desnivel se las traía, y la nieve del terreno bacheado había comenzado a ponerse dura. Sinceramente pensé que nos querían poner realmente en una situación dificil. Y qué mejor que hacernos bajar por ahí.
Arriba esperando, por más que me movía no conseguía entrar en calor. Empezó a hacer frío. Los nervios me estaban dejando petrificada y no veía el momento de que me tocara. Cuando llegó mi turno, miré hacia abajo y me lancé sin tiempo de pensar. Los miedos no existían. Comencé bien hasta que al final de un viraje tropecé en un bache que me hizo desequilibrar. Me asusté pero rápidamente recuperé el control. Sin embargo al llegar abajo no tuve buenas sensaciones. En fin... qué rabia. Estas cosas ocurren y la presión inevitablemente estaba haciendo mella.
Pero esto no había terminado. Quedaba la última prueba técnica en la que debíamos realizar giros cortos en una pista pisada. A pesar de que conozco mis limitaciones técnicas, creo que lo hice bien. Si; esta vez llegué con una buena sensación. Pero me preguntaba cómo de negativo había sido mi desequilibrio en el fuera de pista.
Eran las 14:00 de la tarde y habíamos terminado. Estaba agotada por la tensión y mis dudas no me dejaban descansar. Todavía tengo el estómago encogido a la espera de un resultado definitivo.

En todo este tiempo he dado lo mejor de mí. Y no sé porqué, tengo un sentimiento extraño. La primavera empieza y me veo envuelta en mucha incertidumbre. Me pregunto cómo será recompensado mi esfuerzo. Sólo sé que sea cual sea el resultado seguiré entrenando. Y... si finalmente no obtengo un aprobado, he de decir que rendirme no entra en mis planes:)
Este desenlace será el miércoles 27 de marzo, día en el cual saldrán las listas finales. Hasta entonces he decidido darme un tiempo de relajación y descanso. Estoy preparada para lo bueno y para lo malo, pero necesito no pensar.

Por otra parte, indiferentemente de lo que pase, quiero expresar mi más profunda admiración a alguien que se merece todo mi reconocimiento. Álvaro Mena; que creyó en mí desde el primer momento; que encontró horas de donde no las había para estar conmigo; que me ha enseñado no sólo a esquiar, sino todos sus conocimientos como esquiador y como profesor; y sobre todo, porque ha sabido transmitirme lo bonito que es este deporte y la pasión que siente por él. 

Os dejo mi último vídeo, el cual conservaré con mucho cariño. En él, muestro cómo ha sido mi evolución desde el primer hasta el último.

“Para empezar un gran proyecto hace falta valentía. Para terminar un gran proyecto hace falta perseverancia”




martes, 12 de marzo de 2013

SLALOM GIGANTE. EN LA RECTA FINAL


Me encuentro en la recta final. La semana que viene será  mi prueba de acceso y me siento con ganas de que llegue el momento. El bloqueo fue más que superado y todo volvió a ir como siempre.
Vista a que en la prueba me piden realizar un Slalom Gigante, decidí por iniciativa propia apuntarme a mi primera carrera de esquí alpino en el 6º Trofeo Fundación Jesús Serra. Leí el formato de este campeonato y me gustó ya que era de tipo OPEN. Son contadas las carreras en las que se pueda participar sin licencia de corredor. Poder pasar por un trazado, es casi para privilegiados. Por eso no me lo pensé. Era una buena oportunidad de perder miedos y prepararme al menos psicológicamente ante la prueba. Además me apetecía ver una competición de cerca ya que siempre las había visto en televisión y… que mejor que sentirla en mis propias carnes. Pero en realidad yo sólo tenía tres objetivos: pasármelo bien, conocer algo nuevo, y llegar a la meta.
A pesar de que me explicaron cómo se realizaba un Slalom Gigante, yo seguía teniendo mis dudas y preguntas. Busqué información pero tengo que decir que me harté de leer copia-pegas en internet. Así que recogiendo datos y preguntando mucho, decidí hacerme mi propio esquema y dibujos. Ahora no hay excusa para no saber en qué consiste.


 

 


La prueba de Gigante está compuesta por puertas como ésta (imágen de la izquierda). Se puede observar que en el lado por el que realizaríamos el giro, el palo es flexible para absorber choques e impactos.                       

En el dibujo de abajo se observa una línea negra que sería la que intentaríamos hacer al bajar por un trazado de Gigante, pasando lo más cerca posible de las puertas en las que realizamos el giro.  Si siguiéramos la línea naranja tardaríamos más.























La carrera fue el sábado pasado 9 de marzo. Nadie pudo acompañarme, así que fui sóla a primera hora de la mañana. El reconocimiento de la pista era de 9:15 a 9:45 y yo no quería perdérmelo por nada. Mi mayor temor era que hubiera una puerta directa ya que temía no reconocerlas.  Pude bajar 3 veces por el trazado y finalmente habían puesto  una. Así que como novata absoluta que soy, decidí contar qué número de puerta era para no quedarme perdida.
A las 10:00 todos comenzamos a subir a la pista del Stadium para dar  salida a los primeros participantes. Me puse mi dorsal y… a esperar. ¿¿Mis sensaciones?? Nervios, jajaj. Creo que es inevitable. Todos iban con su mono de competición y juraría que la mayoría con sus esquís de gigante. Y yo ahí andaba esperando con mis esquís de siempre, con mucha incertidumbre y observando como se salía del portillón de salida. Hasta que acabé preguntando a un chico muy amable (Ismael) cómo debía de hacerlo. Pasados unos minutos llegó el momento de salir. Participaba como Veterana I y había apuntadas 5 en mi categoría. Sin embargo 2 no se presentaron. “¡¡Madre mía!! - pensé. “Encima me llevaré algo a casa”. Pero primero debía bajar, que era de lo que se trataba. Una vez en la salida me sentía rígida. Para qué engañar a nadie, me dio mucha impresión mirar lo que tenía por delante. Salí muy lenta, cauta, con respeto… contando las puertas para no pasarme la directa, jajaja. La nieve estaba muy dura y derrapé demasiado. Pero acabé dejándome llevar. Cuando llegué a meta sentí mucha felicidad. Lo podría haber hecho mejor…. o peor. Pero lo más importante es que había vencido mi miedo y mis tensiones. Sólo podía sonreir y me sentía orgullosa. Era mi día número 44 de esquí y jamás me hubiera imaginado haciendo algo como esto. Había quedado tercera. La experiencia ha sido tan buena que estoy deseando repetir. Y aunque no a un nivel de competición (claro está), no dudo en seguir mejorando mi nivel para terminar siendo una buena veterana. Motivación no me falta y tengo muchos años por delante.

Con todo esto no puedo evitar hablar de algo que he recordado durante estos días. Hay valores que tristemente han cambiado y que de algún modo no hacen ningún favor a personas cuyas metas están basadas en la superación personal, mucho más allá del deporte de alto rendimiento. ¿¿Lo importante es ganar?? Aunque suene raro, no es la primera que recibo algún comentario como ¿¿para qué lo haces si no es para ganar??. Y te das cuenta de que esto sólo es producto de una mala educación deportiva que comienza en edades tempranas. La competición en sí, también hay que saber transmitirla adecuadamente. Se puede competir y tener muchos objetivos que nada tienen que ver con quedar primero. En mi caso desde muy pequeña me enseñaron que lo importante era participar, y es lo que deseo seguir transmitiendo. Me gustaría destacar que en niveles como el mío y el de la mayoría de las personas: Nunca se pierde; siempre se gana.. Se puede llegar muy muy lejos y obtener una gran satisfacción personal sencillamente cambiando esta clase de pensamientos.

Por otro lado este deporte tiene dos grandes bloques: el esquí de recreación y el esquí de competición. Y veo un problema que la frontera entre uno y otro sea tan grande. Siendo el de competición demasiado elitista en mi más honesta opinión.  ¿¿Por qué no reducir esta barrera??. Como decía al principio del artículo, pasar para entrenar en un trazado de competición es prácticamente imposible a no ser que pertenezcas a un club. Y hablando claro: ¿cuántas personas pueden permitirse entrar en un club?. Estoy segurísima de que muchas personas como yo, les encantaría poder tener acceso a estas pistas para entrenar, practicar, mejorar, probar algo diferente.
Personalmente pagaría por tener una especie de pase o forfait que me permitiera entrar al menos 5 días al mes, cuando los clubs terminan sus entrenamientos (siendo ésta una de las muchas ideas que se me podrían ocurrir a mí y a muchos de vosotros/as). ¿Supondría demasiado organizar algo así; o sencillamente no interesa?. No lo sé... son preguntas que me planteo. Fomentar más este deporte requeriría hacer que este tipo de cosas no fueran tan inaccesibles.

Concluyendo, he querido compartir esta experiencia y mi punto de vista porque  quiero concienciar que apuntarse a este tipo de eventos (como la de Jesús Serra), que promueven a mi parecer de una forma muy positiva este deporte, no sólo están enfocadas a esquiadores de alto nivel. Por eso, anímo a todos a participar y sobre todo a disfrutarlo que es realmente de lo que se trata.

* Os dejo vídeo,aunque durante este tiempo no hemos podido grabar mucho. Las imágenes en las que salgo pasando puertas no pertenecen a la carrera de la que he hablado (no fue posible). Días antes pude acceder a parte de un trazado de Gigante. Tuve “suerte” puesto que ese día cancelaron todos los entrenamientos de los clubs debido a las malas condiciones de la nieve. Estaba ideal para lesionarse...Por eso que no os extrañe cómo las hago,jaja. También quiero dar las gracias a unos compañeros que me dejaron un día probar el trazado de Slalom (SL) . Es algo que me llamaba mucho la atención y que me apetecía muchísimo hacer ;-)

Si no podéis ver bien el vídeo pinchar aquí: http://vimeo.com/61636804




  • Primer contacto con trazados. Aumentando la fluidez de movimientos.




  • sábado, 9 de marzo de 2013

    RENOVANDO ESQUÍS


    Cuando comencé este blog hablé sobre cómo escoger la primera equipación y entre otras cosas cómo elegir nuestros primeros esquís. Podéis verlo en la pestaña Equipación.
    Desde entonces ya ha nevado lo suyo y me he visto en la necesidad de renovarlos.
    Al principio, como cualquier persona que comienza a conocer este deporte, el tema de la variedad de esquís y sus funciones me parecía muy confuso. Poco a poco he podido conocerlo y sobre todo entenderlo.
    Como en artículos anteriores comenté; he tenido que probar otros esquís. Y a petición de dos compañeros ;-), he decidido profundizar en el tema y exponerlo de una forma sencilla.

    * Quiero dejar claro que la elección de unos esquís, sobre todo a partir de cierto nivel, puede ser muy subjetiva. Lo que a unos puede irles muy bien, a otros puede que no (longitud, dureza, etc…) Para gustos los colores. Así que es idóneo probarlos antes de decidirse a comprar. A continuación hablo de los esquís que he utilizado y expongo mi opinión personal en “observaciones”.


    Esther
    Peso (Kg): 53Kg
    Altura (cm): 1,65
    Nivel de esquí: Medio- Alto
    Busca: esquís que se adapten a todo tipo de terreno. 























     







     ,


    ALGUNOS DATOS TÉCNICOS

    Medida del esquí: si buscas unos esquís polivalentes como yo, lo normal es escoger unos que sean de nuestra altura o de una medida menor siempre y cuando no nos lleguen por debajo de la barbilla. (Como veréis yo utilizo unos de 1.55 y mido 1.65).

    Cotas: es la anchura del esquí calculada en milímetros, de la espátula, el patín y la cola.  Por ejemplo: 118-68-98. Estas medidas determinan el radio de giro de nuestro esquí.
    Radio de giro: dependiendo de él podremos hacer curvas más amplias o más cerradas, y varía en función de la longitud del esquí.
    Si por ejemplo me dicen que mis esquís tienen un radio de giro de 12m, significa que en una curva ideal, estos esquís dibujarían una circunferencia de 12 m de radio.


     

    Esquís de mujer; ¿qué tienen de diferente?
    Se han diseñado esquís para mujeres en base a estudios que concluyeron que según nuestra morfología, tenemos el centro de gravedad un poquito más retrasado. Estos esquís llevan las fijaciones ligeramente adelantadas para compensarlo. Así, se adelanta el centro de gravedad para  situarse en un punto óptimo. También son más ligeros en cuanto a peso y conducción.

    Es curioso porque mis Fischer Viron Pulse traían como artículo una pieza alzada. En las instrucciones pone que se adaptan a la diferencia morfológica del pie femenino para levantar el talón y obtener una posición más avanzada (yo no las utilizo).
    Por lo demás no puedo aportar experiencia concluyente en cuanto a la diferencia de llevar un esquí de hombre o de mujer.


    Diferencia entre esquís All Montain y Polivalentes
    Son parecidos pero no iguales. Los dos poseen cotas amplias y tienden a ser más anchos en la zona central así como en el patín para que sean más estables. Se podría decir que son como una mezcla entre un esquí de Slalom (con un radio de giro menor para realizar más curvas) y de Freeride (esquís anchos para adaptarse mejor al fuera de pista).
    Sin embargo el esquí All Montain tiene como finalidad adaptarse a todo tipo de nieve, mientras que el Polivalente tiene como objetivo adaptarse a todo tipo de giros en pistas.


    Espero que esta información os haya podido servir de ayuda. ¡Hasta pronto!

    sábado, 2 de marzo de 2013

    BLOQUEO; APRENDIENDO DE LOS ERRORES


    Todo iba genial. Cada día daba un paso más, mi motivación era absoluta, y mi voluntad imparable. Hasta que caí. En todos los sentidos. De un día a otro así sin más.
    Ocurrió el viernes pasado.  Quedé como de costumbre con Álvaro, mi entrenador, para comenzar a entrenar. Pero ese día sería diferente. Esquiaríamos con unos compañeros. Cuatro excelentes esquiadores para ser más clara. Álvaro me dijo: hazlo bien. Se van a fijar en cómo lo haces. Mi primer pensamiento y error fue: tengo que hacerlo “perfecto”.
    Comienzo a esquiar tras ellos como mejor puedo. Sin embargo no como mejor sé. Algo raro está ocurriendo. Mis piernas, mi cuerpo, mi mente no responden. Álvaro se acerca y me da algunas indicaciones: “recuerda esto y lo otro”. Vuelvo a esquiar y nada. ¿¿Pero qué está pasando??. Me sentí como una verdadera patata y volví a casa con una sensación triste.

    Descubrimos cuál había sido el problema. Al menos a nivel técnico. Nada grave. Dos ejercicios clave y el martes ya todo volvía a funcionar. Sin embargo, algo no iba bien. Mi actitud no era la misma. Sentía que lo hacía todo mal. Sentimiento desmesurado que no correspondía con lo que exteriormente se veía. Mi rendimiento y atención mermaban.
    Me dejaron unos esquís ya que no me sentía cómoda con los míos.  Eran unos esquís de slalom de hombre, de gama alta y mucho más duros. Más largos que los míos y sobre todo mucho más pesados. Sentí mucha estabilidad y seguridad en ellos. Me encantaba la velocidad que cogían y su agarre en cada curva. Pero eran bastante más difíciles de manejar. Cada vez estaba más rayada. ¿¿Sería capaz de dominarlos el día de la prueba???, ¿¿acaso no habría un término medio??.Los pensamientos negativos iban en aumento sin dar cabida a la reflexión.
    Así que decidí volver a probar estos esquís. Nos encontrábamos en el telesilla y mi entrenador me señaló hacia dónde nos dirigíamos. Quería que hiciera baches y me percaté de que era en una pista negra: “¿¿Pero cómo me voy a meter ahí con estos esquís???". Se mascaba la tragedia. Mi estado de confianza era nulo.
    A posteriori, la conversación lo dice todo.

    Realizo mi primer giro y...
    Álvaro: -¡Para!. Atenta a la posición y recuerda entrar con los esquís en paralelo. Estás haciendo un poco de cuña.

    2º giro
    Álvaro: - a ver, ¡Para!. Piensa en lo que te he dicho y en el movimiento de flexión.
    Yo: (primer suspiro).

    3º giro
    Álvaro: - Esther…
    Yo: - ¿pero qué pasa ahora???
    Álvaro: - concéntrate.
    Yo: - me estoy concentrando

    4º giro
    Yo: - no me sale
    Álvaro: - que sí que te sale
    Yo: - que no
    Álvaro: - estás preparada. ¡tienes nivel para hacerlo! Has hecho pistas más difíciles y más complicadas.
    Yo: - ¡no puedo!.............. NO PUEDO. BLOQUEO MONUMENTAL

    Me había quedado tiesa en medio de la pista. Incapaz de dar un paso en falso. La tensión era palpable y mi sentimiento de incomprensión  absoluto. No era capaz de realizar ni un solo giro, cuando ya lo había ello miles de veces sin problemas. Decidimos acabar el entrenamiento. Era lo mejor.

    Como podéis ver, este estado de bloqueo mental surgió en base a una cadena de acontecimientos. Sentía que no daba la talla. Y  en vez de avanzar, estaba retrocediendo. Todo lo que había aprendido se desmoronaba por momentos. Repetirme las cosas ya no era suficiente.
    Tras un estado de reflexión fuimos capaces de buscar las causas y encontrar una solución que nada tenía que ver ni con mi preparación física ni con la técnica. Entrábamos en un plano emocional y psicológico. ¿¿De quién era la culpa??? . ¿¿Los esquís?? ¿¿mi actitud??? ¿¿mi entrenador??? La culpa no era de nada ni de nadie. Hasta el momento todo había ido bien. Pero habíamos caído en un error. A 15 días de la prueba nos precipitamos demasiado a la hora de avanzar. Estaba recibiendo más información de la que podía aplicar. Y esto hizo que quedara plenamente bloqueada.El grado de exigencia no estaba acorde al ritmo que necesitaba de asimilación.

    Definitivamente tuvimos que bajar el ritmo. Volviendo incluso a hacer ejercicios básicos como la cuña para reencontrar la confianza perdida. Cogí de nuevo mis esquís. Y ayer volví a ser la misma.  Sensación de alivio tras  una semana de altibajos y desmotivación.
    Tanto mi entrenador como yo hemos aprendido mucho de esto. Sería erróneo ocultarlo puesto que ha formado parte del proceso. No todo es un camino de rosas. Las dificultades también están ahí y de nosotros depende superarlas. Los bloqueos existen y pueden aparecer en cualquier momento de la vida de un deportista. Sea cual sea su nivel.Y puedo decir que de los errores se aprende, pero de los bloqueos también.
    También hay que entender que estos avances no corresponden a una evolución normal. De aquí la importancia de este proyecto. Con el añadido de que el ritmo ha tenido que acelerarse aún más. Comenzamos con la idea de 70 días de esquí y por diversos motivos este tiempo se ha visto reducido a 50.

    Después de salir de ese estado de confusión; he sentido un salto a la mejora. Me atrevería a decir que el ritmo de aprendizaje  ha vuelto a crecer. Pero esta vez, y contenta de ello, de forma natural.
    Saber mantener la calma; respetar los tiempos de asimilación del aprendizaje, adaptar los ritmos de entrenamiento, aspirar a conseguir metas realistas, sentirse comprendido como deportista: es imprescindible.  La teoría nos la sabemos, pero la práctica puede llegar a ser bien diferente, dándonos sorpresas como ésta.

    * Haciendo una minirecopilación de casos de bloqueos psicológicos en el deporte, he apuntado las pautas que he creído principales para hacerlos frente. “Aunque espero que nunca os tenga que hacer falta”.

    1. Busca la respuesta del bloqueo en la causa, más que en la consecuencia.
    2. No obcecarse en el error y prestar atención a las mejoras.
    3. Cambia tus objetivos o tu planteamiento para conseguirlos.
    4. Cambia tus pensamientos. Puede que no sean los adecuados.
    5. Averigua si tus percepciones corresponden con la realidad.
    6. Cambia tus métodos si están conduciendo al estancamiento.
    7. No te compares y piensa en tus puntos fuertes.
    8. Supérate a ti mismo en vez de centrarte en superar a los demás.
    9. Escucha experiencias similares.
    10. Dos frases célebres “A palabras necias; oídos sordos” y “Rectificar es de sabios”
          Y sobre todo: ¡¡no des todo por perdido!! Busca soluciones.

    • Hoy mismo me han dejado otros esquís. Más duros (gama alta), misma longitud que los míos (1,55 cm) y polivalentes.¡¡Un término medio!!! Estamos de acuerdo en que los otros eran demasiado. ¡¡Veamos que tal!!

    Mi foto
    Innsbruck, Tirol, Austria

    Contador

    Sígueme

    El tiempo

    +16
    °
    C
    +17°
    +
    Innsbruck
    Martes, 27
    Miércoles
    +19° +
    Jueves
    +18° +
    Viernes
    +18° +
    Sábado
    +21° +10°
    Domingo
    +15° +
    Lunes
    + +
    Previsión para 7 días
    Con la tecnología de Blogger.