sábado, 31 de agosto de 2019

RECUPERACIÓN FRACTURA DE TOBILLO


Enlace anterior relacionado: Fractura de tobillo



  Al final fue una fractura limpia. Menos mal. Pero de nuevo me quedaba en un punto muerto.
Otra vez a empezar, otra vez a rehacerme.

No ha existido rehabilitación ninguna por parte de profesionales porque para cuando me la asignaron era un mes más tarde de lo necesario. Y no... me negaba a mantenerme a la espera. Cogí las riendas e hice mi plan. Algo de lo que me alegro. Eso si, me cogí  un par de sesiones en el fisio para descargar las piernas y pedir algún que otro consejo.

No he parado. Desde que me pusieron esa escayola no he podido estarme quieta. Básicamente, todo el mundo te dice que no te muevas. Hasta el doctor me miraba con cara de... un mes más un mes menos que más da. - Pues no. No da lo mismo. Si hubiera sido por él, mi recuperación habría sido tremendamente más lenta.

La verdad que llevé todo muy bien hasta que llegaron en mayo los primeros intentos de entrenamiento. He de confesar que he sufrido y me ha costado más que nunca recuperar un estado de forma que me hiciera sentir bien.

Me marqué un reto. Completar una carrera de montaña que se daba cita en el Valle de Stubai a finales de julio. Mi objetivo era sólo cruzar la meta, pues había un tramo para el que no sabía si estaba todavía preparada. La verdad que sentía inseguridad y temor. Pero quería vencerlo.
Sin embargo cuando llegó el día me encontré mucho más fuerte y me llevé una sorpresa haciendo podium. Ante tal resultado, he seguido entrenando aun más hasta hoy.

Ahora que ya no me pongo la tobillera,  lo que si estoy es tratando es de fortalecer ambos tobillos. Los tengo flojos y me he dado cuenta que no he hecho bien al no caminar más después de las clases de esquí. Los inviernos he tenido más puestas las botas de esquí que los propios zapatos.

He querido hacer un planing por si a alguien le pueda interesar, de cómo ha sido este proceso de 6 meses. También dejo un vídeo con la trayectoria en fotos.

Todo el esfuerzo está teniendo sus resultados y estoy inmensamente contenta.









PLANING

ESCAYOLA 
(13 Febrero - 25 Marzo 2019)

1ª semana:  Pie en alto y hielo. En esta semana la escayola que me ponen el primer día me la cierran al cuarto día cuando la inflamación baja.
2ª semana:  Puedo intentar hacer primeros apoyos. Más bien sólo la sensación de tocar los pies con el suelo.
3ª semana:  Me cambian la escayola ya que con la otra tenía el pie en posición de puntillas que dificultaba el poder comenzar ha hacer apoyos correctos. Ya se nota que una pierna está más pequeña que la otra. Me dan un zapato ortopédico para poder poco a poco empezar a andar pero con la escayola.

*Mi ejercicio clave se basa en subir y bajar escaleras en casa con ayuda de las muletas y con mucha precaución.
4ª semana:  Comienzo a andar con una muleta y en un par de días sin ninguna. Va rápido!
5ª semana:  Probando y probando. Sólo tengo ganas de que me quiten ya ese yeso.
6ª semana:  ¡¡Me quitan la escayola!! El pie está increíblemente inflamado pasando por todos los colores. Esta vez siento mucho más dolor en comparación con los primeros días de la lesión. La pierna se me ha quedado muy delgada y la piel se me cae a trozos.... así que comienzo a echarme aloe vera, lo cual ayuda rápido.

*Tengo que volver a coger las muletas por precaución y mis primeros ejercicios sin escayola se limitan a flexionar y extender el pie.


REHABILITACIÓN 
(Marzo - Abril)

7ª semana:  ¡¡Fuera muletas!!! Comienzo a andar por senderos muy fáciles completando entre 45 minutos o 1hora. Los primero días me llevo una muleta como ayuda hasta sentir que no la necesito.
Mis ejercicios claves son las actividades cotidianas como ir a comprar, limpiar la casa, salir a ver a alguien. No paro de moverme aunque siempre con cuidado.

8ª semana/ 2 meses en adelante: Ya ando mucho mejor. Comienzo a hacer senderos más largos y caminos de montaña. Además comienzo a poder dar pequeños saltitos. Ejercicios de pisada. Yo los saqué de este enlace y me ayudaron Ejercicios.
Poco a poco con una tobillera pruebo algunos días a escalar para comenzar a hacer apoyos mayores pero siempre sin forzar el pie.

*Hay un momento en el que me "emociono" y creo que puedo empezar a dar mis primeros trotes a mediados de abril. Hay que tener cuidado de no emocionarse. Empezó a dolerme el pie y fue una mala señal. Tuve que hacer una pausa y volver a hacer rutas andando hasta estar bien preparada.


PRIMEROS ENTRENAMIENTOS 
(Mayo - Junio - Julio)

Mayo: Ha pasado aproximadamente 1mes y medio desde que me quitaron la escayola. Es el momento  en el que quiero comenzar a probar como responde el pie. Comienzo salidas con interval training con pequeños trotes de 3-5 minutos con pausas activas andando. Todo muyyyyy despacio.

*El 13 de mayo cumplo 3 meses desde que me lesioné. Yo sigo mejorando mis entrenamientos por intervalos y aumentando las distancias.

Junio: Empiezo a correr sin necesidad de andar en intervalos. Pero me cuesta muchísimo encontrarme cómoda. Sufro mucho corriendo. Parece que todos los músculos me pesan y no siento mejoras rápidas como en otra ocasiones.

Julio: Sigo sufriendo bastante en salidas a correr que deberían ser sencillas. Sin embargo me motivo y me apunto a una carrera de montaña para motivarme.

Agosto/ 6 meses: Ha pasado casi medio año desde que me lesioné. Estoy más fuerte de lo que pensaba y me sorprendo de nuevo a mi misma. El 10 de agosto termino el Trail de Ganghofer (14,4 km).






                Ehnbachklam (Tirol) 24 marzo 2019. Buenos momentos.
                   "Un día antes de quitarme la escayola"








lunes, 25 de febrero de 2019

APRENDER A ESQUIAR EN NIEVE POLVO


Hace un tiempo que quería dedicarle un apartado al aprendizaje del esquí con nieve polvo.  Cuántos esquiadores se preguntan porqué se les hace tan difícil esquiar cuando se encuentran con un manto de nieve mayor. Y uno se queja: - ¿por qué no puedo girar? - ¿por qué no puedo frenar? - es que la técnica es diferente - es que es muy agotador...

Nuestra zona de confort se ve alterada y parece que salir fuera nos infunde respeto e incluso a veces una especie de temor. Algunos se sienten frustrados al ver que no hay resultados inmediatos y lo descartan.

Desde el aprendizaje base, se tiende a pensar que esquiar en pistas con velocidad y de alta dificultad es más y mejor,  limitando el desarrollo de habilidades y sensaciones nuevas que mucho tienen que ver con el avance y la mejora de nuestro esquí.

Y aquí entro en lo que culturalmente parece que es normal o no. He tenido la suerte de tener un aprendizaje muy variado y en todo tipo de terrenos desde que comencé. Pero el "método" se sigue centrando sólo en pistas bien pisadas incluso cuando cae la mejor nieve de la temporada. He podido observar en los últimos casi 4 años que trabajo en Austria, como aquí el día que nieva, las escuelas se llevan a los niños a esquiar por nieve virgen.  Es día de caerse, de descubrir y de aprender más reglas de seguridad en montaña. Y si, he dicho reglas, porque no está de más explicarles qué es un alud o por donde no deberían nunca meterse. ¡Los niños lo entienden todo! En días con mucha nieve, no son pocos los padres que vienen con sus niños para clases privadas y lo primero que me dicen es que les gustaría que aprendan a esquiar en tiefschnee (nieve profunda).

Pero 'jugar con la nieve' no solo es cosa de niños. A los adultos también les gusta, y es por eso que cuando cae una buena, yo también he aprendido a introducir en las clases fuera de pistas. En ocasiones como elemento sorpresa. Y la verdad es que este tipo de clases son realmente divertidas, productivas e inolvidables. Normalmente son adultos que se defienden bien en pistas y que no se atreven a dar el paso, por lo que aquí es donde el profesor tiene un papel importante para demostrar que la nieve virgen es posible y que no tiene porqué ser sinónimo de peligro o de extrema dificultad. Que como en todo en lo que se refiere al aprendizaje, hay que  primero probarlo e intentarlo, para luego practicarlo y mejorarlo.





Aquí uno de mias alumnos
Aquí uno de mis alumnos esquiando en nieve polvo

                                     


Quiero llegar de una al quid de la cuestión: - ¿es diferente la técnica en pista que en nieve polvo?.
Lo he meditado muchas veces y personalmente he llegado a la conclusión de que no. Es la misma técnica pero adaptada, lo que implica eso si, desarrollar otras habilidades a las que no estamos acostumbrados. No voy a entrar en detalles, puesto que igual no será lo mismo esquiar en nieve con 20 cm que con 50 cm.  Sin embargo, lo verdaderamente importante al principio será probar y sentir qué movimientos nos van a facilitar el que nos desenvolvamos mejor. Así, con este artículo me gustaría aportar algunos consejos que a priori me han dado buenos resultados en el proceso de familiarización con la nieve polvo.

¿DONDE? 
Siempre zonas seguras. Esto es por los laterales de las pistas sin pisar o  entre ellas, y evidentemente siempre en el área delimitada de la estación. Más adelante se puede intentar en zonas de bosque o más extensas, pero acompañados de alguien cualificado. Aventurarse sólo y con desconocimiento no es opción.

¿QUÉ ESQUÍS?
Para empezar unos All Mountain van bastante bien y es lo que se suele tener en casa o lo que te alquilan (diseñados para todo tipo de nieve, que no son ni blandos ni duros y un poquito más anchitos que unos sólo para pista). Pero si lo que queremos es meternos de lleno, lo realmente ideal son unos esquís de cotas anchas que marcarán la diferencia.

¿CÓMO EMPEZAR?
Buscamos un tramo no muy empinado o que termine en zonas más llanas, juntamos los esquís más de lo habitual (para crear una superficie mayor),  adoptamos una posición firme y sentimos como "esquiamos con los talones" .Es la sensación de una presión suave con los talones, pudiendo incluso sentir que los dedos de los pies se levantan (lo cual no implica que el resto del pie deje de apoyarse). Nos dejamos deslizar en linea recta. Si queremos frenar hundimos suavemente un poco más los talones en la nieve.

A veces los esquís se separan demasiado, ya sea como reacción de defensa para frenar o por otra serie de necesidades técnicas que no controlamos. Imagina de nuevo que los talones de los pies están pegados (tobillo con tobillo) y comprueba el resultado.

¿CÓMO ES MI POSICIÓN?

Aquí llega el dolor de cabeza de muchos. Hasta ahora hemos aprendido que la posición debe ser adelantada. Y nos ha costado lo nuestro que al fin mantengamos esa posición encarando la pendiente, ¿verdad? Pero resulta que ahora que quieres empezar con nieve polvo, tu amigo te comenta que debes olvidarte de eso y tirar el cuerpo para atrás. ERROR. Claro, nos ponemos a ello y vemos que los esquís deslizan genial. Tan genial que perdemos totalmente el control, que vamos persiguiendo los esquís, que no conseguimos girar y que no podemos con la nieve y mucho menos con nuestras piernas. Te preguntas qué estás haciendo mal y buscas otra explicación. Perfecto, ahora te dicen que hay que mantenerse en una posición centrada (ni adelante ni atrás). Lo probamos y vemos que la cosa va mejor pero que cuando llegan partes con más nieve nos trabamos. Ya no sabes qué hacer, preguntas a alguien más experimentado y en esta ocasión te hablan del "centro de masas y la gravedad". Ya no sabes por donde cogerlo. A lo mejor el problema es que probamos poco y pensamos demasiado, pero lo cierto es que ya no sé si tengo que ir adelantado, centrado, atrasado o volando.

Hace 4 años cursando el TD2 (Técnico deportivo de esquí Alpino II), tuve la inmensa suerte de coincidir en clase con Aymar Navarro. Aún guardo apuntados un par consejos que nos dio para esquiar en nieve polvo, entre los cuales nos comentaba que el cuerpo debía ir ligeramente hacia atrás para no irnos hacia delante en cada curva, y sobre todo que no debíamos adelantarnos porque si no... nos íbamos de cabeza (de esto en concreto nos pudimos reír un rato).

¿Entonces en qué quedamos? Yo sinceramente no me atrevo a contradecir a Aymar, jaja. ¿Centrado o atrasado? Pues los dos. Cuando es poca nieve más centrado; cuando la nieve es más profunda ligeramente atrasado. Hay que entender que no hay una pauta para todo tipo de terreno, profundidad de la nieve, velocidad e inclinación. Es algo con lo que tenemos que jugar y ajustarnos. Y yo creo que lo que nos confunde es la idea o el concepto que tenemos de "atrasar el cuerpo" o de "irnos para atrás".

Me explico; no es el cuerpo en sí lo que debe ir ligeramente hacia atrás, sino sentir que nuestro peso se desplaza muy ligeramente hacia atrás. Lo correcto tal vez sería decir "el peso de nuestro cuerpo", pero mentalmente cuando pensamos en cuerpo, pensamos en una parte grande, y esto sobre los esquís y en movimiento nos hace muy difícil diferenciar el matiz entre mantener el cuerpo centrado o atrasado. En definitiva es por ello que no acabamos ni centrados, ni ligeramente atrasados: sino realmente atrasados. Por eso mi consejo es que nos olvidemos por un momento de centrar o atrasar y pensemos en flexionar. Concentrémonos en la flexión de los tobillos, rodillas y cadera.

1. Pensemos en flexionar. 
¿Os acordáis del apartado anterior de "esquiar con los talones"? Esto mantiene los tobillos flexionados. Por otro lado vamos a mantener las espinillas en contacto con la parte delantera de las botas sin necesidad de apretar ya que sentir que apoyamos es suficiente.

2.  Piensa que tu pecho se une a tus rodillas por una cuerda
A mi me funciona, ya que me mantiene alerta de no quedarme excesivamente atrasada. Mantén el tronco firme e inclínalo como si hubiera una cuerda o muelle que lo uniera a tus rodillas. Verás que tu cadera y rodillas se flexionarán-extenderán adaptándose al terreno, pero se mantendrán de todas las maneras bien flexionadas.





¿CÓMO GIRAR?

1. Esquiar suave, sin movimientos bruscos o agresivos
En realidad se gira tal y como lo hacemos en las pistas pero de una forma más suave.

2. No intentes desplazar la nieve o empujarla. Resístela
Podemos pensar que podemos con ella pero sinceramente la mayor parte de las veces ella podrá con nosotros. Nos sentiremos forzados. Mantenerse fuerte con una posición adecuada dejando deslizar los esquís es lo que definitivamente funcionará.

3. Esquía dirigiéndote hacia delante pero no lateralmente
Puede parecer obvio pero no lo es tanto. Esto pasa también en pistas, pero con nieve polvo se convierte en un problema mayor. Si yo quiero girar y en vez de orientarme hacia abajo me oriento hacia el lado para girar, lo más posible es que me encarrile, me frene, pierda velocidad y me cueste aun más encadenar el siguiente giro. Deja tiempo a tu esquís girar sin prisas y con la adecuada trayectoria,  pues evitará que acabes atravesándote. Fíjate un punto a donde desplazarte y oriéntate hacia él.
Por otro lado procura que tus esquís entren en el inicio de la curva bien paralelos y al mismo tiempo.

4. Apoyo equilibrado del peso de las piernas en los esquís
El esquí exterior siempre ha tenido el control. Ahora lo puede seguir teniendo pero sin ejercer tanta presión como lo hacíamos en pistas. Equilibremos el apoyo entre los dos esquís.

5. Truquito con los pies
He dado ya uno, que es "esquiar con los talones".Para girar dejo de presionar los talones. Ahora sentimos que apoyamos todo el pie con la misma presión y después vuelvo poco poco y progresivamente a hundir los talones mientras deslizo hacia el final de la curva.




¿Y LOS BASTONES?
Tienen la misma función que en pistas, pero especialmente en nieve polvo ayudan muchísimo porque nos equilibran.  Sencillamente con mantener los bastones con los brazos delante ya están haciendo un gran trabajo.
No es necesario clavar siempre el bastón, pero hacerlo además de posicionarnos nos transmitirá las condiciones del terreno (blando, duro, más nieve, menos nieve, inclinación). Son verdaderos transmisores de información.

Enlace: Introducción al clavado de bastón


Y por último ¡MARCA TU HUELLA!
Esta bien seguir las de otros, pero sin duda lo que te va a hacer sentir placer en esta nieve es encontrar la tuya. ¡¡Disfrútala!!



                              Serfaus-Fiss-Ladis 2018






domingo, 17 de febrero de 2019

FRACTURA DE TOBILLO



Es curioso como hace una semana me animaba a escribir para decir que todo iba genial. Que vivía un buen momento deportivo y que mis días eran plenos. Pero en un segundo todo da la vuelta y te quedas con una sensación amarga, preguntándote si esto es una broma del destino.

El 13 de febrero me dieron curiosamente el día libre. La meteorología marcaba un día de sol y con nieve recién caída de los días anteriores. Yo estaba entusiasmada y me levanté como siempre prontito y con energía.  Max y yo llegamos temprano a la estación con la idea de tener un día en fuera de pistas que él ya conocía entre las estaciones de Hochzillertal y Hochfügen. Comenzamos nuestras primeras rutas y yo me sentía super feliz. Sin duda estaba siendo un gran día.

Empezó a entrar el hambre pero decidimos repetir la última bajada. Y pasó... de la manera más tonta. Se me enganchó un esquí en el fondo de la nieve y mi pie quedo retorciéndose hasta que se soltó de la fijación. No sé exactamente porqué se enganchó, solo recuerdo retorcerme y caer en la nieve con un dolor intenso. Me costaba respirar y grité a Max por su ayuda, lo cual le extrañó bastante.

No me podía mover. Max me ayudó a quitarme el otro esquí. Dejamos pasar unos minutos para que se me pasara el mareo y decidí volver a ponerme de pie. Sin embargo era inviable por el dolor. Max dijo de llamar al helicóptero pero me cerré en banda. No podía creer lo que estaba pasando. ¿Otra vez? No puede ser.

Pensaba que era solo una torcedura, un esguince. Así que llegué a ponerme el esquí de nuevo con intención de bajar.  Pero no era posible y por suerte me rendí. Comencé a llorar de rabia y le dije Max entre sollozos que no podía y que tenía razón, había que pedir ayuda. Al final llegaron los pisteros de Hochfügen, que para cuando llegaron me había tranquilizado. Me preguntaron, me miraron el pie y me transportaron. Importante fue como me trataron de bien, siempre con una sonrisa y haciéndome sentir segura. Fue una bajada en pleno fuera de pista y después aceleraron en pistas hasta la base. Desde luego desde esa camilla se siente todo desde otra perspectiva. Una vez abajo me metieron en un taxi camino a la clínica más cercana en Uderns.

Esperando a entrar a consulta me quité el calcetín y me asusté pues tenía muy mala pinta. Cuando entré la cara del médico me dijo todo. Radiografía y notición: - tienes una fractura (concretamente en el maléolo lateral externo) . El cuerpo se me revolvió y me mantuve temple como pude.
  Después de considerar cómo era la fractura se me puso una escayola, la cual me ajustan el lunes ya que la inflamación será menor.
El diagnóstico no es todavía fijo. Parece que es una fractura limpia, pero para salir de dudas me hacen un escáner el miércoles 20 de febrero y a partir del cual poder considerar como será el procedimiento.


                                                                                                                     







    Algunos se preguntarán cómo es posible hacerse una fractura con las botas de esquí. Pues lamentablemente Murphy te la puede jugar siempre. Mis botas estaban dadas de sí y el botín se me había quedado grande. En dos temporadas las he echo polvo y me acababa de comprar unas nuevas que, curiosamente me dejé en casa para estrenarlas al día siguiente.  Desde luego no volverá a pasar nunca. En cuanto sentimos que nuestro material no es seguro debemos cambiarlo inmediatamente.



¿Cómo afrontar esta lesión?

Sin duda ese día por la tarde estaba triste. Sin embargo este camino ya lo conozco y hay que aceptar que la cosas llegan como llegan sin previo aviso. Te deja molida, se te acaba tu deporte, se te acaba el trabajo, se te acaba la montaña y otros planes que no querías perderte. Pero hay más caminos por recorrer, cosas por hacer y cosas que aprender . Me siento con mucho ánimo y fuerte. Esto se supera y se recupera mejor con ganas y a su tiempo, que espero evidentemente que sea el menor posible.

He reanudado un curso de holandés que tenía en el olvido, el miércoles que viene comienzo otro curso para perfeccionar el alemán, y he comenzado otra vez a leer. No hay tiempo para lamentaciones sino para seguir avanzando.

Me dejo querer y animar por mis amigos y personas que te sorprenden, los cuales siempre siempre están ahí sin importar distancias. Y te das cuenta de que no es tan grave, que siempre puede ser peor, que sigues estando sana, y que lo verdaderamente importante sigue estando ahí.

Darle sobre todo las gracias a Max por su apoyo incondicional.

Así que para terminar, que mejor que unas imágenes de ese día. Intuyo que en nada volveré :-)












- Comparto los resultados: Recuperación de fractura de tobillo
- Aquí compart0 un enlace de cuando me lesioné la rodilla en el 2015: Recuperación de fractura de la meseta tibial






sábado, 9 de febrero de 2019

HOCHZILLERTAL, VIVIENDO EL DIA A DIA


   Pasaba por aquí para decir HOLA, sigo estando en activo aunque no de señales.

 La nieve llegó a Austria tarde esta temporada, después de las navidades. Pero llegó fuerte, pues no paró de nevar durante casi 3 semanas consecutivas y dejándonos nevadas históricas. La gente de aquí dice que hacía 20 años que no veían nada igual, y desde luego los que vivimos del esquí lo estamos disfrutando a lo grande aunque con mucha precaución.

 Indirectamente a la pregunta de donde me he metido llega la respuesta. Sigo en mi escuela de esquí en Hochzillertal, donde honestamente siento que tengo mi lugar y me siento querida. Allí es donde paso los días dando tumbos sin hora de vuelta, pues termino de trabajar y aún me quedan ganas para un poco más. Ganas de esquiar, ganas de quedar con los compañeros, ganas de quedarme. Posiblemente sea mi mejor momento deportivo en años y con la sensación de que puedo más.

   Así es como he ido desapareciendo. Cuando llego a casa sigo haciendo un esfuerzo extra con el estudio del alemán, ya que parece que mi casa se está consolidando aquí y me surge la necesidad de seguir perfeccionándolo. Tareas del hogar, hobbies, actividades con amigos, etc... al final del día no me queda más ganas que sentarme y comer un buen plato de lo que sea. Sin embargo, es una desaparición grata y positiva. Vivo el día a día como hacía tiempo que no lo hacía. Un "carpe diem" que me ha costado encontrar y que me ha curado de las planificaciones. Algo que ahora mismo siento como un placer.

 Me preocupa dejar este blog abandonado, pues es algo que he trabajado con cariño y define mis pasos como si de un diario se tratase. Por ello me comprometo a seguir compartiendo siempre que pueda.

 Hasta pronto.



Comenzando la temporada en Hochzillertal. Diciembre 2018





Aprender y pasarlo bien


Desde Kristalhütte



Paraíso de freeride en Höchfügen


Días que enamoran


El quad de la escuela... Alguien dijo nieve?


Dándole a la pala


Lo conseguimos


Una imagen vale más que mil palabras





Training con la escuela. Ruta hacia Aschau








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Innsbruck, Tirol, Austria

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