jueves, 31 de diciembre de 2020

TERMINA EL 2020

 

Aquí estoy, terminando de ajustar este año que creo que ninguno de nosotros olvidaremos.  Y precisamente lo termino encerrada en casa. Pues para rematarlo, enfermé de Coronavirus y me encuentro en cuarentena. Estoy bien. Todo ha  quedado en unos malos días y el 2 de enero podré volver a salir.

Es posible que esta vez como la anterior no hable de esquí. De hecho, últimamemnte sólo veo la nieve a lo lejos cuando me asomo a ver las montañas de Nordkette desde mi balcón. En fin, ya sabemos que la vida a veces da cabida a otras cosas que mucho y nada tienen que ver. Pero es que este año ha sido un Sunami que ha arrasado con todo. E irónicamente no solo ha sido uno de los  peores años de mi vida, sino a la vez uno de los mejores. 

Todas mis energías han estado concentradas en una sola meta: salir adelante. En marzo cuando volví  a Austria después de unas pequeñas vacaciones en casa (España), sentí caerme por un precipicio. Toqué fondo y el golpe fue fuerte.  No me avergüenzo de decir que tenía el corazón roto; me  había quedado sin trabajo y además me mudé sola a Innsbruck literalmente de la noche a la mañana. Estaba herida pero al menos consciente. He necesitado tiempo para recomponerme en la soledad de los confinamientos, la paz  de las montañas y la compañía de grandes personas.  

He podido apreciar que hay una fuerza interior que no me abandona nunca, y este año he tirado de ella hasta en los límites de la tristeza y el cansancio. No he dejado que se apagara mi luz, y en ese límite es  dónde he aprendido una de las lecciones más importantes.

Esto ha sido construir un puzzle. Encontrar el mío y comenzarlo desde la primera pieza. Me encontré con piezas que antes no quise ver; con otras que no sabía ni de su existencia; acepté que un cuadro es hermoso con todas sus luces y sus sombras; y sobre todo afronté que sin esas piezas... mi puzzle quedaría incompleto.  

En la dificultad, la necesidad y el esfuerzo de no desalentarme, en verano conseguí un buen trabajo en un colegio y en septiembre me ascendieron al puesto de coordinadora. Desde entonces, he disfrutado sacando partido a cada salida, cada llamada, cada montaña, cada amistad, cada entrenamiento, cada conversación y cada Aperol en las terrazas de Innsbruck. 

 ¡¡Ooooo si, me estampé para sólo levantarme!!! Qué año más intenso, cuántas personas bonitas e interesantes he conocido y cuantísimo he aprendido.  

Con respecto al esquí, no voy a poder dar clases pues la situación actual como sabéis es complicada. El glaciar lo cerraron a mediados de noviembre en el 2ª confinamiento y las estaciones no abrieron hasta el 24 de diciembre. Sin embargo, en breve espero poder volver  disfrutar de la nieve y la montaña. 


* La  gran lección 2020: he aprendido a quererme. 

* Hoy pongo mi última pieza. El puzzle está completo. 

* y como dice un buen amigo mío: ab jetzt du kanns nur Bergauf gehen (a partir de ahora sólo puedes ir montaña arriba).


Os deseo lo mejor para el 2021. Mucha fuerza y adelante con todo. 


Tirol, abril 2020. 

                                  





4 comentarios :

Rasmanino dijo...

Hola Esther, he leído tu última entrada del blog y aunque sea alguien anónimo te deseo que pronto te recuperes y tal como dices que sigas ascendiendo y escribiendo reflexiones o consejos. Un fuerte abrazo sincero y un beso.

Esther dijo...

¡Hola! Muchas gracias por tu mensaje y ánimo :D Ya estoy recuperándome. En breve volveré a escribir. Un abrazo también para ti.

Peregrinosublime dijo...

Mira, Esther. Le he dejado un mensaje a este caballero; muy buena persona él. De verdad que soy loco y, qué pasada!!!

Peregrinosublime dijo...

Mi correo es juacamares2017@gmail.com. Perdón que esto de las tecnologías es nuevo para mi. Juan Carlos Martínez, por aquí.

Mi foto
Innsbruck, Tirol, Austria

Contador

Sígueme

El tiempo

+16
°
C
+17°
+
Innsbruck
Martes, 27
Miércoles
+19° +
Jueves
+18° +
Viernes
+18° +
Sábado
+21° +10°
Domingo
+15° +
Lunes
+ +
Previsión para 7 días
Con la tecnología de Blogger.